BARCELONA.- El paso de Juan Román Riquelme por Barcelona fue como un amor de verano: breve, pero intenso. Tanto que, pese a que ya pasó más de una década, el club “blaugrana” publicó un artículo sobre el retiro del “10” en su sitio oficial. “Era un media punta muy fino técnicamente, con una visión de juego prodigiosa y un disparo parabólico letal a media distancia. Introvertido y frío, fue el fichaje más esperanzador del club azulgrana. Su primera experiencia europea venía precedida por el éxito que había tenido en Boca Juniors, al que condujo a ganar la Copa Intercontinental de 2000”, resalta el periodista Jordi Clos.
Y sí, cuando Román llegó al Camp Nou en la temporada 2002/03, ya tenía a varios “culés” en el bolsillo por esa noche de tango en Japón, en la que hizo bailar a las estrellas de Real Madrid. Con los que nunca pudo simpatizar fueron Louis Van Gaal y Radomir Antic, entrenadores durante su breve ciclo. Así, tras 42 partidos, en los que marcó seis goles y enamoró a miles de catalanes, entre ellos Joan Manuel Serrat, “JR10” se marchó a Villarreal.
Juan Castro, del diario “Marca”, resumió: “hubo personas que lo entendieron más o menos. Van Gaal no lo entendió. Ni quiso. Algunos disfrutamos de su juego. Y otros se lo perdieron. Ya es tarde. El riquelmismo sigue vivo. El jugador ya es leyenda. Tardaremos años en disfrutar a otro igual”.